Hay algunas problemáticas que se discuten en distintos ámbitos sociales.
Algunas atendibles, algunas verdaderas, otras falsas:

1. Las RNI producen cáncer. No hay pruebas de ello.
Los diversos organismos internacionales de salud, en base a innumerables pruebas y datos estadísticos estudiados, no han podido establecer una relación entre las RNI e incremento de los casos de cáncer.

Por supuesto habrá que tener en cuenta la potencia y la frecuencia utilizada en estas pruebas.

De todas maneras hay algo a tener en cuenta: Tampoco fehacientemente no fue probado que no producen cáncer. No se puede sacar conclusiones técnicamente serias si se irradia por ejemplo a ratones de un laboratorio con valores 100 veces superiores a la Densidad Máxima y estos son afectados y extrapolar estos resultados para el caso de humanos y las radiaciones habitualmente recibidas.

La OMS también ha determinado que no existe ninguna evidencia científica convincente que las exposiciones a la RF disminuyen la duración de vida de los humanos o que la RF produce o estimula el cáncer.

Sin embargo, es necesario desarrollar más estudios.

2. Los valores de la norma dados por la SC, deberán ser cumplidos por todo aquel equipo que emita RNI y esos valores están en vigencia en todo el país.
Existe un Resolución que establece todo el protocolo al respecto. De todas maneras han aparecido comunas, que creando su propia norma, exigen valores más estrictos.

Esto desde el punto de vista jurídico no es legal.
No se debería pasar por encima de una Resolución de carácter nacional.
No obstante es muy precario el control zonal exigido por la actual ENACOM

3. La SC a través de la ENACOM establece la obligación de realizar mediciones para saber el valor de la Densidad de Potencia y si este valor supera lo definido por las normas.
Esta medición es un tanto delicada, con un protocolo definido por la norma SC 3690/04.
Para muchos casos y a través de un profesional, existe un análisis que con una inspección técnica y ocular previa, permite quedar exceptuado de esta medición.

4. Las mediciones de RNI requieren de un tipo de instrumental muy costoso y además que debe mantener una certificación vigente, la que tiene un vencimiento anual.
La citada certificación para contrastar el instrumental no se realiza en el país, por lo que el procedimiento se hace muy complejo y caro. Es importante además, contar con un personal profesionalmente entrenado.

5. El caso de los hornos de microondas es de un análisis interesante. Aquí la potencia en juego es grande y opera a distancias mucho menor que la mínima aconsejable, en el interior del horno y alrededor del mismo.
Esta gran potencia es el motivo por el cual se calientan los alimentos.
No se calientan los recipientes adecuados ya que estos son de un material aislante en el cual no aparecen las "corrientes de Foulcaut" a la frecuencia de operación. (de unos 2.500 MHz).
Estos hornos poseen una aislación o blindaje muy bien diseñado y cuidado para que esas radiaciones no puedan escapar al exterior y causar calentamientos donde no se debe.
Sería el caso del ama de casa que lo utiliza. Uno de los cuidados, es el hecho de que no se puedan poner en funcionamiento si no está la puerta bien cerrada.
Todos, en su manual de instrucciones traen como advertencia los peligros que significa si se pretende anular esta protección como para que opere con la puerta abierta.
O que se intente una reparación por alguien que no tenga los conocimientos adecuados. Fácilmente podría terminar ciego. (Si puede cocinar un huevo en 30 segundos, ¿porque no un globo ocular?)

6. Otro caso a tener en cuenta es el hecho de estar colocados frente a una antena de radar donde se emiten pulsos de radiofrecuencias de potencias muy altas, o parábolas grandes con potencias radiadas muy importantes. Ambas concentran en una dirección muy estrecha, toda su radiación.

 


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Radiaciones No Ionizantes [RNI] (5)